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Broche de oro a 24 horas de fiesta de San Sebastián

Broche de oro a 24 horas de fiesta de San Sebastián

La Unión Artesana ha puesto esta medianoche punto y final a una Tamborrada que ha convertido la ciudad en una batalla de percusión con la alegría y el buen humor como armas contra el frío

El Diario Vasco

Viernes, 20 de enero 2017, 16:43

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No ha habido tiempo tiempo para más. Veinticuatro horas duran lo que duran y, por intensamente que se vivan, siempre saben a poco cuando de festejar se trata. La Unión Artesana ha puesto esta medianoche el broche de oro a una Tamborrada que ha convertido la ciudad en una batalla de percusión con la alegría y el buen humor como armas contra el frío.

Los tambores y barriles de la sociedad decana desgranaron con la maestría conocida el repertorio de marchas de Raimundo Sarriegui en una ceremonia que volvió a atestar la plaza de la Constitución. Aitor Oyarzabal cumplió en su estreno como Tambor Mayor en sustitución de Joxean Ibiriku, quien ha estado los últimos cinco años al mando de las tropas de la Unión Artesana. Le secundaron los tambores mayores de Jai Alai de Madrid y Euskal Billera infantil, entre otros invitados.

Hubo una canción nueva, un tema popular con el que la Unión Artesana hizo cantar y bailar al público. Ixil ixilik dago sonó como un soplo de aire fresco tras una jornada entera dedicada a las Tatiago, Retreta, Iriyarena, Caballería de Viejas, Gau Ibilera, Caballería de Gallos, Polka y demás piezas del programa oficial. La idea era ejecutar una segunda partitura novedosa que los responsables de diseñar el acto mantuvieron en secreto, pero por problemas de tiempo no fue posible. Se arriaron las banderas mientras la Marcha de San Sebastián fue interpretada por última vez al filo de la medianoche y, como dicta la tradición, no podrá tocarse hasta dentro de doce meses.

Es el tiempo que resta para que soldados, aguadoras, cantineras y cocineros vuelvan a tomar la Parte Vieja y todos los barrios. Esa es la ilusión y esperanza de cuanto anoche abandonaban la plaza de la Constitución deseando que esta fiesta no tuviera fin. La cuenta atrás ha comenzado. Ya falta un día menos. Bagera!

24 horas dan para mucho

San Sebastián se ha llenado a lo largo de este día de soldados, cocineros, cantineras y sobre todo, de tambores y barriles para celebrar su día grande, su fiesta mayor, en una jornada en la que el frío no apagó las ganas de celebración de los donostiarras, que llevaron la música a todos los rincones de la ciudad durante 24 horas ininterrumpidamente.

Tras el frustrante prólogo festivo en el que se convirtió el partido de cuartos de final de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Barcelona, en el que sonaron los tambores por primera vez, la fiesta arrancó oficialmente a medianoche del jueves al viernes con el tradicional y multitudinario acto de la izada de la bandera en la Plaza de la Constitución.

Allí, la tamborrada de Gaztelubide y representantes de otras muchas compañías interpretaron todas las marchas festivas compuestas por el maestro Raimundo Sarriegi, que resonarán durante las 24 horas más importantes del año para los donostiarras

Los niños, protagonistas

Pero el plato grande de la jornada, como cada año, lo protagonizaron los niños de la tamborrada Infantil que, agrupados en el Alderdi Eder, desfilaron por las calles céntricas de la ciudad encuadrados en 49 compañías.

Ataviados con trajes napoleónicos, sobre varias capas de ropa, camisetas térmicas y todo tipo de precauciones incluidas, más de 4.900 niños participaron en el colorido desfile, bajo un gélido sol que al menos elevó el termómetro a valores positivos tras una noche bajo cero en San Sebastián.

Al mediodía, el general de la tamborrada infantil, Unai Sánchez, hizo un llamamiento a todos los donostiarras a "disfrutar de la fiesta en alegría, hermandad y respeto", tras lo que todos los cargos interpretaron una canción festiva y la tambor mayor, Oihane Bruña, dirigió desde el balcón del Ayuntamiento la primera masiva interpretación de la marcha de San Sebastián.

Medallas al Mérito

Mientras los niños desfilaban por las calles de la ciudad, dentro de la casa consistorial se celebraba el acto solemne de entrega de las Medallas al Mérito ciudadano, que habitualmente se celebra en la víspera.

La entrega de las Medallas al Mérito Ciudadano es una ceremonia de emociones. Las de los galardonados y las de la ciudad al recordar trayectorias y escuchar sus testimonios. El acto de ayer subió aún más si cabe la temperatura al celebrarse en un momento inhabitual, en plena tamborrada infantil, en un horario tradicionalmente destinado al Tambor de Oro, y con un medallista, el cura de Altza, que dejó a la audiencia en estado de shock. Eneko Goia explicó que hacía entrega del galardón a Javier Hernáez, Aspanogi, Kemen, la Gimnástica de Ulía y a las nueve antiguas alumnas de Jakintza que batallaron por una tamborrada igualitaria porque «miráis de frente a las personas y a la vida» y «en tiempos de individualismo pensáis en los demás».

Turno de los mayores

Por su parte, durante toda la jornada estuvieron tocando por todos los barrios de la ciudad los 17.300 donostiarras que participaron en alguna de las 140 compañías de adultos.

Por la tarde, los mayores tomaron el relevo de los txikis y el sonido de las bandas, los tambores y los barriles resonaron por toda la ciudad hasta medianoche, cuando la Arriada puso el broche final al Día de San Sebastián.

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