Diario Vasco

Oro, mérito y emoción antes del gran día

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Una representación de Santo Tomás Lizeoa y los cargos de honor interpretaron varias piezas ante los invitados. / MICHELENA

  • Teledonosti reúne a galardonados de la Tamborrada en la tradicional comida en el restaurante Illarra

Se hizo el silencio (a medias) y sonó la Diana. Una representación de la tamborrada infantil del Lizeo Santo Tomás entró en escena y los invitados, que podría decirse fueron un reflejo del pasado y el presente del día de San Sebastián, tocaron su platillo con soltura. Cómo se notan los ensayos de las últimas semanas -o meses, en según qué casos-.

El 20 es el día grande. De eso no cabe duda. Pero todo lo que se cuece en la ciudad durante los días previos ayuda a ir entrando en faena y sirve de aderezo para que la fiesta no sepa a poco. Entre las citas ineludibles, que poco a poco van considerándose 'un clásico', está la comida que cada año organiza Teledonosti en el restaurante Illarra, una reunión tan distendida como amena que reúne a una representación de las figuras clave del día.

Una docena de niños del Lizeo Santo Tomás interpretaron varias piezas, con sus nuevos trajes de cocineros incluidos, atentos al bastón de mando de la Tambor Mayor infantil, Maitane Artola, y la supervisión del General, Álvaro Larrea, a quien por cierto se le cayó una muela durante la comida -signo de buen presagio- y la Bella Easo, Ane Martínez. «Ilusión», «alegría», «nervios» y, en definitiva, buenos deseos para el día 20 es lo que los tres Cargos de Honor trasladaron con timidez a los micrófonos de Teledonosti.

Las Medallas al Mérito también se valieron de este previo al 'Día de' para ir desprendiéndose de esos nervios e ir haciendo un pequeño ensayo de los que les espera hoy por la tarde. Desde la asociación Chernobil, su presidenta, Marian Izaguirre agradeció la voluntad de las familias acogedoras; Cinta Castellano, del Centro Nazaret reivindicó la lucha por la mujer, la juventud, el trabajo y la enseñanza que la escuela siempre ha defendido; Elena Álvarez de Eulate agradeció a las «3.400 personas que apoyaron la candidatura de la asociación Katxalin» y Antxon Gisasola, miembro de la asociación Itzurun, manifestó la alegría con la que recibieron la noticia.

Cristina Iglesias, Tambor de Oro 2016, no pudo estar presente en el acto, pero sí dedicó unas palabras. Reconoció pasar en la ciudad menos tiempo del que le gustaría y dijo sentirse «muy emocionada» por recibir el Tambor de Oro.

¿Donde está el Tambor?

Si el restaurante de Josean Eizmendi consiguió reunir a los protagonistas de este año, no pudieron faltar los que ya forman parte de la historia de la ciudad. Juan Mari Mañero y Laura Chamorro hicieron subir al escenario a ocho Tambores de Oro que tuvieron que dar cuenta de dónde tienen guardado o expuesto el mayor reconocimiento que otorga la ciudad. Marino Lejarreta, en su caserío; Enrique Cifuentes, en el polideportivo Pío Baroja; Iñigo Olaizola, en la oficina; Luis Chillida, en Chillida Leku y José Luis Arrieta... «no sé dónde está, pero en mi casa desde luego que no», dijo con cierta guasa. Joaquín Fuentes aseguró sentirse «orgulloso» de formar parte de la historia de la ciudad y Pablo Benegas y Haritz Garde, de la Oreja de Van Gogh, coincidieron al calificar el Tambor de Oro como el premio más especial que nunca han recibido «más que cualquier Grammy». Pedro Subijana, por su parte, recordó con emoción la experiencia que vivió el año pasado. «No creo que vaya a vivir otro momento más emocionante», agregó. El encuentro terminó de la mejor manera posible, al son de la Marcha de San Sebastián. Los invitados, con el gorro bien colocado y los palillos en mano, siguieron los directrices de Joserra Mendizabal, Maitane Artola y Josean Ibiriku, las tres figuras que representan el inicio, desarrollo y fin de la fiesta.