Cuando los ecos de la arriada no han terminado de apagarse, es momento de hacer balance de la Tamborrada 2016, una fiesta que el alcalde, Eneko Goia, calificó ayer de «brillante» y «emotiva».
«Todo ha salido a pedir de boca», subrayó el regidor jeltzale refiriéndose a una celebración patronal que deja varias cifras importantes. Por ejemplo, las de participación: 16.321 adultos y 7.613 niños desfilaron por las calles de la ciudad repartidos en cerca de 200 compañías, a los que habría que sumar los más de 3.000 escolares que desde la localidad polaca de Wroclaw unieron sus improvisados tambores a la interpretación de la Marcha de San Sebastián que sirvió para abrir la Tamborrada Infantil.
También son elevados los datos de asistencia de público. Alrededor de 40.000 personas presenciaron el desfile de los niños por las calles del Centro, sin duda el acto que más espectadores atrajo.
No tuvieron tanto tirón las pantallas instaladas en Alderdi Eder para que pudieran verse la izada y la arriada -se contabilizaron unos pocos cientos de personas-, por lo que esta novedad -motivada por la conexión en directo desde Polonia con motivo de la Capitalidad Cultural Europea- no se mantendrá en la próxima edición de la Tamborrada.
Sí se volverá a colocar la decoración especial que la plaza de la Constitución lució durante las 24 horas de festejos, con largas telas en azul y blanco que cubrían los balcones de las tres plantas de los edificios. El concejal de Actividades Festivas, Alfonso Gurpegui, explicó que en previsión de que el resultado gustase y la idea triunfara -como así ha sido- el Ayuntamiento había comprado telas de buena calidad, más duraderas.
El dispositivo extraordinario de limpieza recogió 9.020 kilos de residuos, buena parte de ellos de plástico. El edil del PSE hizo hincapié en la necesidad de que la ciudadanía se conciencie de que «cada cual debe ir a la fiesta con su propio vaso reciclable, como ya ocurre en otros lugares». Gurpegui destacó que algunas compañías llevaban sus vasos colgados del uniforme.
En la operación para devolver a las calles su aspecto habitual participaron 61 personas, ayudados por 6 máquinas barredoras de aceras, 2 máquinas barredoras de calzadas, 2 cisternas de 8 y 16 metros cúbicos de capacidad, 1 baldeadora de aceras de 2 metros cúbicos, 2 camiones recolectores de basuras, 1 camión portacontenedores grandes y 10 vehículos tipo Porter.
Retirada de pancartas
Los trabajos comenzaron a las 5 de la mañana del día 20 para ir adelantando la limpieza en el Centro antes de poder entrar en la Parte Vieja, donde hubo gente hasta las 7.30 horas en Fermín Calbetón, San Jerónimo y Boulevard. Tras recoger las bolsas sacadas por los bares y baldear las aceras, a las 9 horas, acompañados por agentes de la Guardia Municipal, las brigadas procedieron a retirar las pancartas colocadas la víspera.
En los barrios también se reforzó el servicio, con una intervención intensiva en la calle Matía porque quedaban restos de excrementos de los caballos y estaba la zona «hecha un asco». Además, cinco operarios fueron detrás de cada grupo de animales de la Tamborrada Infantil con idéntica misión. En el entorno de la plaza de Lasala y Portaletas se aplicó el producto repelente de los orines.
Los autobuses de Dbus registraron una «masiva utilización». En total, entre el martes y el miércoles se contabilizaron 172.826 viajes, con un incremento de casi un 10% respecto al año pasado, según datos provisionales ofrecidos por la compañía. Las líneas que más pasajeros congregaron fueron la 28 de Amara-Hospitales (25.345), la 13 de Altza (23.695) y la 5 de Benta Berri (18.932).
Goia se mostró satisfecho desde Madrid, donde asistió a la feria turística Fitur, del normal y exitoso desarrollo de la Tamborrada. «Los donostiarras hemos podido disfrutar de nuestra fiesta más querida. Quiero agradecer a todos y cada uno de los ciudadanos, a quienes han salido en las tamborradas y a los que no lo hicieron, su aportación en este día. El ambiente y las ganas de gozar de la fiesta se respiraron en cada esquina».
El alcalde celebró además que «como ciudad hemos ofrecido una gran imagen al exterior en el arranque de la Capitalidad Cultural Europea, con un acto precioso como fue la conexión entre los niños de Donostia y los de Wroclaw».
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